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viernes, 25 de octubre de 2013

Strangers in the night



Hacía una noche perruna. Llovían chuzos de punta y Santa Bárbara, San Pedro o quien coño fuese soltaba unos pedos monumentales allá arriba. Crucé corriendo el parking, subí al coche y puse la radio. Comenzaba Strangers in the night cuando sentí en el cogote el duro y frío cañón de un revólver.

-Estate quietecito y evitarás que te fría los sesos, dijo una voz cavernosa a través de un pasamontañas.

-¿Quién eres y qué cojones quieres?

-Calla y obedece, mamón. Hay un fiambre y una pala en tu maletero. Conduce hasta el bosque de Tinkerville. Allí abrirás una fosa y lo enterrarás.

-¡Ah! Pensaba que con esta música te apetecía un bailecito…

-¡Cierra el pico, idiota!. Y mueve el culo, ¡rápido!

Puse el auto en marcha y tomé la federal. A medio camino rompí el silencio.

-Acabo de decidir que va a excavar tu condenada madre.

-Pero ¿qué dices, capullo?

-No hay ningún cadáver. Piensas liquidarme, pero pretendes que antes cave mi propia tumba. Un encarguito de Floyd, supongo.

-¡Bingo! No eres tan gilipollas como pensaba, Buchanan.

-Pues infórmate primero de quién te pagará este recado, listillo, porque hace una hora que obsequié a tu patrón con unos tickets de plomo y está de viaje en el otro mundo.

El fulano enmudeció y me pidió que le dejase en el primer área de servicio.


jueves, 17 de octubre de 2013

La buena educación



Perdone usted, caballero, ya le he dicho antes que lo siento mucho. Comprenda que es mi trabajo, que tengo una familia que mantener. Pero hombre, no ponga esa cara, ¡por el amor de Dios! ¡Si solo ha sido una advertencia! Ande, ande, tápese bien ese agujero de la tripa, yo que usted no derramaría más sangre, podría resultar nefasto para su salud. Mire, voy a parar a ese taxi para que le lleve al hospital, ¿de acuerdo? Aquí llega. ¡Venga! que yo le ayudo a subir. Arribaaaaa, ¡hop!  Bueno, pues que se mejore, señor, que se recupere pronto y no sea nada. Ahora, por favor, eso sí, se lo ruego encarecidamente: acuérdese de devolver la pasta a Don Alessandro antes de una semana, mire usted que tiene muy mal carácter y es capaz de cualquier cosa… Adiós y buenas tardes, ha sido un placer conocerle. Hasta más ver.


martes, 15 de octubre de 2013

El desliz



Ese día, al salir de casa me tropecé con una mañana espléndida. Una sensacional mañana de primavera, en la que solo faltaban unos coros de gospel alabando al Señor por tamaña bendición. Me convencí de que en tales circunstancias encerrarse en la fábrica, justamente esa inacabable jornada de tedioso inventario, constituiría un sacrilegio. Compré pues un periódico, determinado a leerlo en el bar del parque mientras tonificaba mi cuerpo con una cálida taza de té. De camino hacia allí y con la ayuda de cinco euros, persuadí a una adolescente que se dirigía al Instituto de que llamase desde mi móvil y haciéndose pasar por mi hija informara a Rodríguez, mi jefe, que estaba en cama con cuarenta de fiebre. Una desgraciada casualidad quiso que esa criatura fuera precisamente Marisol, la pequeña de Rodríguez.

Por favor, si se enteran de una vacante de administrativo en alguna empresa de la ciudad o alrededores, les ruego me avisen. Soy un tío serio y competente y ustedes, que son comprensivos, saben bien que un desliz lo tiene cualquiera, que errar es de humanos.


jueves, 5 de septiembre de 2013

Dime...



-Dime que me quieres, cariño.
-Te quiero, muñeca.
-Dime que me adoras, cielo.
-Te adoro, mi amor.
-Dime que me necesitas, osito.
-Te necesito, nena.
-Dime que nunca me abandonarás, vida mía.
-Nunca te abandonaré, princesa.
-Dime…
-Perdone, Susan, pero ya hemos llegado a su casa. La sesión de hoy ha terminado. Volveré a por usted el próximo jueves a las siete. Recuerde que ha de seguir tomando las pastillas.

viernes, 28 de junio de 2013

Venganza




El maníaco que ha estado persiguiéndome casi todo el día para intentar matarme, está ahora a mi merced. Yace dormido sobre una cama junto a la que parece su esposa. Al lado hay una cuna en la que también descansa un dulce bebé. La oscuridad de la noche va a facilitar mi venganza. Los tres van a pagar caro las asesinas intenciones de esa bestia. Voy a saciar mi sed con su sangre. Palabra de mosquito.


miércoles, 19 de junio de 2013

Buenas noches y buena suerte




FECHA 1

Hoy tuve un gran día. Esta mañana el jefe me felicitó calurosamente por mi eficacia en la elaboración de un relevante informe. Es buen tío, es guay, mi jefe. Luego coincidí con Sonia y otras compañeras en el restaurante. Sonia, la preciosidad que trabaja en el Departamento Fiscal y a la que, en la primera oportunidad que se presente, le voy a pedir que acepte cenar conmigo. Tiene unos ojos y una sonrisa que enamoran. Y esta noche mi equipo pasó otra ronda en la Champions después de ofrecer un espectáculo irrepetible. Ha sido un día estupendo.

A las once y media, cuando me disponía a leer algo en la tablet antes de irme a la cama, ha sonado el teléfono y desde un número desconocido la voz de una mujer madura ha preguntado por Samuel, el vidente. No sabría justificar el motivo, pero el caso es que no he podido resistir la tentación de responder que sí, que era Samuel el que estaba al aparato. Entonces ella me explica que se llama Felicidad aunque todo el mundo la conoce como Feli, que ha sido su amiga Rosa quien le ha facilitado mi teléfono porque asegura que soy infalible en el tarot y que necesita que le haga una predicción urgente. Ah, claro, Rosa, le contesto siguiéndole el rollo, una buena y querida amiga, por supuesto. Pues usted dirá, Feli, descríbame su casuística, por favor, y veremos qué le depara el futuro. Y la tal Felicidad, que comentó tener 63 años, me empezó a contar su vida, demostrando en pocos minutos la incompetencia de sus padres para elegir nombres de pila; seguro que si en lugar de Felicidad le hubiesen llamado Inocencia, habría salido un pendón verbenero. Entre otras cosas, la mujer era viuda de un bombero que murió en un incendio forestal, estaba enferma y tenía un hijo enganchado a la droga que había acabado con sus escasos ahorros y también se estaba apropiando ahora de buena parte de su pensión. La verdad es que la señora me dio mucha lástima, al punto de arrepentirme horrores por haber suplantado a un experto en la materia, pero por otro lado pensaba que desenmascararme ahora, incluso el simple hecho de colgar fríamente el teléfono, solo podría empeorar el estado de ansiedad de la pobre Feli. Por eso tuve que improvisar y lo primero que se me ocurrió fue decirle que estaba barajando las cartas, mientras movía las hojas de unos periódicos que tenía a mano para producir un ruido similar. Bueno, Feli, para ser sincero, amiga, la verdad es que solo intuyo cosas positivas, el destino parece tenerle preparado un esperanzador porvenir, mentí. Sus preocupaciones van a acabar muy pronto, cariño. Intenté decir esto último con la entonación más tierna posible, recordando cuando de estudiante interpretaba pequeños papeles en la compañía de teatro de la Facultad. Sí, sí, Samuel, pero ¿qué carta ha salido? ¿Es un arcano mayor o un arcano menor? ¿Ha salido boca arriba o boca abajo? ¡Me cago en la leche! En ese momento hubiese preferido emplear mi compasión abrazando fuertemente a un puercoespín deprimido. ¡Estaba hablando con una consumada profesional de las consultas proféticas! Y era como si Stephen Hawking preguntase a un alumno de Primaria su opinión sobre la termodinámica de los agujeros negros. Mientras en el navegador de la tablet le preguntaba a mi estimado Google por el significado de los naipes de tarot, empecé a darle largas. Le comenté con largas y rimbombantes frases que prefería no declarar qué carta había extraído porque un gran maestro inglés de las artes cósmicas adivinatorias me reveló que hacerlo podría revertir el resultado de la predicción. Me contestó que eso eran pamplinas, que los ingleses no entienden de tarot, que los verdaderos especialistas están en Francia y en Italia y ellos siempre muestran las cartas. Estuve a punto de mandarla a freír puñetas cuando mi amado buscador me sacó de apuros. Bien, Feli, pues he de confesarte que ha salido la Estrella y boca arriba, ¿contenta? ¿Eso significa que me voy a curar? Pues claro, mujer, ¿qué otra cosa podría significar? ¿Y qué me dice de mi hijo? Saque otra carta, a ver. Espere. Volví a menear los diarios mientras consultaba en la tablet. Aunque entonces tuve otra idea, se me ocurrió soltarle que había aparecido la Muerte. Boca arriba. Creí que así se acojonaría y me dejaría en paz. Caray, ¿eso es maravilloso, no? Claro, claro, manifesté, poco convencido de ello. Quiere decir que todo lo malo se va a acabar, ¿verdad? Pues claro, Feli, su hijo dejará las drogas y su pesadilla habrá terminado… Eres un sol, Samuel. Cuando Rosa me dé tus señas, paso y te abono los servicios. No se moleste, señora, que me doy por bien pagado sabiendo que viene de parte de Rosa y que sus problemas se van a solucionar muy pronto. Colgué, grabé el número en la agenda del móvil para no contestar nunca más sus llamadas y después lo desconecté, por si las moscas.


FECHA 1+N

Hoy ha sido un desastre. Mi jefe me ha pegado una bronca de tres pares por retrasarme una semana en la presentación de otro jodido informe. El inútil, que no entiende que estoy de faena hasta la cabeza, encima me endilga la que a él le encarga el Director General. Es idiota. Luego me he enterado que Sonia ha empezado a salir con Borja, el secretario personal del Gerente. Jamás hubiera imaginado que le van los aduladores lameculos. Me ha defraudado Sonia, con su carita de no haber roto un plato, claro que con su pusilánime carácter pienso que nunca hubiésemos congeniado… Además, me he dado cuenta de que bizquea un poco y tiene los dientes amarillos del tabaco. Y para rematar esta fatídica jornada, mi equipo ha palmado por cuatro a cero contra unos italianos de medio pelo. ¿Cómo pueden aguantar a un entrenador tan impresentable y a esas carísimas figuras de pitiminí que solo sirven para ilustrar anuncios de perfumes? Vaya fiasco. Lo peor será mañana en la Oficina, los seguidores del máximo rival me van a amargar de lo lindo con sus chanzas de mierda.

Esta noche va a resultar difícil conciliar el sueño con tanto disgusto acumulado. Espero que un poco de lectura me haga olvidar todos esos sinsabores y me relaje lo suficiente. Inesperadamente suena el teléfono en cuya pantalla aparecen las palabras “número oculto”. Joder, no me gustan esas llamadas, pero por la hora que es podría ser algo urgente, no me atrevo a ignorarla. Sí, diga. A partir de ese momento y sin que sea capaz de meter la cuchara, una señora mayor comienza un monólogo supersónico: Hola Samuel, soy Angelines, amiga de la Feli, que es amiga de la Rosa. La Feli me ha encargado que le comunique que como usted predijo, ya se arreglaron sus problemas. El Estado revisó el expediente y le ha otorgado una indemnización y una pensión extraordinaria por la muerte de su marido en acto de servicio, ella al final no tenía la enfermedad que le habían diagnosticado, fue un error médico, tenía otra cosa, le están medicando y se encuentra bien, y su hijo se lió con una búlgara y se ha ido a vivir con ella a su país, dejando en paz a la Feli. Ya sé que es un poco tarde, pero estoy desesperada, por eso le llamo, para que me eche las cartas en un momentito si es usted tan amable. Hola y encantado, Angelines, pero debe existir algún error con el número que ha marcado. Ni yo me llamo Samuel ni conozco a ninguna Feli ni a ninguna Rosa y no sé a qué cartas se refiere usted. Lo siento mucho, perdone señora. Buenas noches y buena suerte. Adiós, Angelines.


lunes, 10 de junio de 2013

Prematuro inventario




La temperatura en el exterior es de diecinueve grados y, si los ligamentos de mi rodilla no me engañan, hay una probabilidad de lluvia en las próximas veinticuatro horas del ochenta y cinco por ciento. Permanezco atrapado en un embotellamiento de tres pares de narices, mientras mi mujer está siendo sometida a maniobras de dilatación en el paritorio de un hospital. No llegar a tiempo de ver nacer a mi primer hijo va a ser un lunar más a añadir en la larga lista de infortunios que jalonan mi existencia. Cierto es que la criatura se ha adelantado dos semanas en destrozar la bolsa del líquido amniótico aunque me imagino que, emulando a su progenitor, pretenderá inaugurar así su propio registro de descalabros.


sábado, 8 de junio de 2013

24 horas en la vida de una mujer




DÍA 1

Viernes, 9:35 a.m.
¿Maribel?  Hola, soy Carmen, ¿te acuerdas lo que hablamos ayer tarde? ¿Sí? Pues que he consultado con la almohada y lo he decidido ya: voy a dejar a Ricardo. Sí, que por fin lo dejo. Tienes razón cuando dices que es muy egoísta y que no nos parecemos en nada, que a mí me gusta bailar y él odia hacerlo, que solo le interesa el fútbol y el cine, que pasa del teatro y de las reuniones con nuestros amigos, que es bastante soso y que le aterra el matrimonio. Luego le llamo y quedo con él para tomar una copa y decírselo a la cara, yo no soy de esas que se despiden con un SMS o por teléfono. Tengo una compañera que el novio se enteró porque lo leyó en su muro de Facebook, ¿te lo puedes creer? Qué guarra, ¿no? Yo no soy así, le voy a presentar mis razones a la cara y como es inteligente y comprensivo creo que lo entenderá. El caso es que está como un tren el cabronazo. Pero ya está bien, hasta aquí hemos llegado, me aburre mucho y punto. Oye, te dejo que se acerca mi jefa. Después hablamos, ciao.

Viernes, 2.10 p.m.
Hola Maribel, veo que estás hablando con alguien, te dejo mensaje en el contestador. Pues que he llamado a Ricardo y me ha dicho que esta tarde no puede porque se había comprometido con unos compañeros para jugar al fútbol y tal. ¿Lo ves? Son más importantes sus amigos de la oficina que yo…  Bueno, lo bien cierto es que me ha propuesto invitarme luego a cenar, creo que aceptaré y durante la cena se lo suelto, diplomáticamente pero sin anestesia, se lo suelto. Te llamo luego, guapa. Un besito.

Viernes, 7.40 p.m.
Maribel, es que estoy dudando entre el vestido rosa de la mega-minifalda o el mono verde del súper-escote-de-la-muerte, ¿a ti qué te parece? ¿Qué por qué me caliento la cabeza con trapitos si le voy a dejar? Bueno, chica, perdona, pero mi abuelo decía que no hay que confundir la gimnasia con la magnesia… Además, quiero que se entere de lo que se va a perder por no haber puesto suficiente interés… ¿Entonces el verde? Gracias, Mary, eres un sol. Te debo una. Muák.

Viernes, 10:15 p.m.
Mary, que soy yo, Carmen. ¿Puedes hablar? ¿Sí? Mira, estoy en el baño. El muy lagarto me ha traído al Restaurante donde me invitó la primera noche. ¿Te lo puedes creer? Ese restaurante pequeñito tan romántico, en el que toca un trío de jazz, sí, justo, el mismo. Para mí que se huele algo, hoy ha venido de punta en blanco, hecho un pincel. Conque te diga que los tíos le miran más a él que a mí… Está para comérselo, te lo juro. No sé si voy a ser capaz de enviarle a freír espárragos… Es que encima se debe haber duchado con agua de colonia, se ha puesto gomina y me ha traído una rosa, ¡vaya cabrón! Ya, ya sé que he de decírselo, pero me va a costar un ovario arrancar, además es tan sensible, es capaz de ponerse a llorar a moco tendido. Sí, sí, vale, te llamo luego. Besito.

Viernes, 11:45 p.m.
 Maribel, estoy otra vez en el baño. En la cena no he podido abordar el tema, chica, no he sido capaz, qué quieres… Hoy está de un encantador subido, ha pedido champán francés y me ha sacado a bailar cuando los músicos han empezado a interpretar “You can’t take that away from me”. ¿Nunca te dije que me chifla ese tema? Pues me ha confesado que había rogado al pianista que tocasen esa canción cuando nos sirviesen el espumoso. ¿No es un cielo? Bueno, ahora me ha invitado a tomar un gin-tonic en su apartamento. Sí, sí, te juro que entonces se lo digo, no voy a esperar más. A solas será más fácil… Espero que no se lo tome a mal y le dé un infarto. Bueno, chica, buenas noches, ya hablamos mañana.

DÍA 2

Sábado 10:10 a.m.

¿Maribel? Soy Carmen y ya puedes empezar a llamarme ex-amiga, zorra, más que zorra. Que me he enterado que le has estado tirando los tejos a mi Ricardo con mensajitos provocativos, que los he visto en su móvil. ¿Que lo espío? Y una mierda, bonita. Me los ha enseñado él, y también sus evasivas respuestas y esas fotitos medio porno que le mandabas, chicholina de pacotilla. Vaya amiga que eres, ¡mala pécora! Pues que te enteres que ayer cuando llegamos a su casa nos tomamos unas copas y seguimos bailando al ritmo de las bossa-novas de Astrud Gilberto y luego nos bañamos juntos e hicimos el amor como nunca antes, con una pasión desbocada, imbécil. Y que esta mañana, después de traerme el desayuno a la cama me ha pedido que me case con él, ofreciéndome un anillo que es una pasada, que si lo ves te mueres de la envidia cochina que te entra, boba insulsa. Sí, ahora ponte a llorar como una mema… Pero ¿de qué vas? Querías que riñera con mi novio para intentar cazarlo tú luego, ¿no? Pues te jodes como dijo Herodes, tonta del culo. Sí, sí, sigue llorando, tarada. Mira, cuando cuelgue voy a borrar tu número de la agenda, te aconsejo que hagas lo mismo con el mío. No quiero volverte a ver ni hablar contigo nunca más. Hemos acabado para siempre. Y para terminar, te voy a decir otra cosa: el conjuntito azul celeste que te aconsejé que te compraras te sienta de puñetera pena, tía foca. Muák y hasta nunca.


domingo, 2 de junio de 2013

Epístola




Mi apreciado y respetado amigo Don Arístides Peribáñez:

Confío que al recibo de la presente tanto usted como su honorable familia se encuentren pletóricos de salud.

Espero no originar ningún incomodo al entretenerle unos instantes con este sucinto escrito. Conocedor que soy de las refinadas inclinaciones de su señora Doña Celedonia, Ilustrísima Baronesa de la Vida Regalada, y a sabiendas del interés que siempre mostró por disponer en su suntuoso palacio de un espectro de plena confianza, aprovecho para ofrecerles los servicios de mi espíritu, Salustiano Bracamonte, que durante siglos ha cumplido correcta y fielmente sus deberes con varias generaciones de mi linaje. Como usted bien sabe, las inclemencias financieras que envuelven a esta endiablada sociedad han hecho también considerable mella en mi patrimonio, compeliéndome a enajenar la mansión de la Calle Concejo de Carcamales. El señor Marqués de la Inutilidad Pasmosa nos ha presentado una proposición que ha resultado inadecuado rechazar, aunque declina el traspaso de nuestro fantasma junto con el inmueble, por detentar ya plenos derechos sobre otras ánimas que satisfacen con creces todas sus necesidades.

El hecho es que en próximas fechas nos trasladaremos a vivir a nuestro cortijo de La Dulce Alcaparra. Usted ya imaginará que es del todo imposible transportar fuera de la capital a Salustiano sin grave riesgo de que el pobre se desvanezca por siempre jamás. Ante tales circunstancias y en aras a nuestra antigua y duradera confraternidad, me tomo la libertad de sugerirle su adopción por cantidad ecuánime que contente a ambas partes. Como no es cortés mencionar sumas por escrito, le encarezco responda este mensaje a su más breve comodidad notificando si estaría interesado en llegar a un acuerdo, en cuyo caso podríamos entrevistarnos en el Club de los Rancios y Casposos Abolengos cuando a usted mejor le plazca.

Suyo afectísimo, le reitero mi más distinguida consideración y beso la mano de la señora Baronesa.

Tancredo Constantino Dionisio de las Tres Cruces en el Monte del Olvido y Camino Verde que va a  la Ermita, Vizconde de la Pena Negra.


sábado, 1 de junio de 2013

Bakalao ! (2.0)



El hortera del descapotable negro que circulaba por el centro de Madrid vomitando un ruido infernal (denominar ‘música’ a aquel sonido deleznable constituiría -culturalmente hablando- un sacrilegio), se detuvo en un semáforo de la Gran Vía observando con placer desafiante cómo la mayoría de los transeúntes le dirigía miradas de asco y reprobación. De repente se hizo una enorme sombra alrededor del vehículo y el jovenzuelo elevó la vista al cielo; a unos doscientos metros de altura, justo en su vertical, se cernía en inexplicable silencio una mastodóntica y extraña aeronave, que en cuestión de décimas de segundo succionó por su ombligo automóvil y ocupante, para desaparecer acto seguido a una velocidad supersónica. La gente, una vez repuesta del lógico sobresalto inicial, prorrumpió en espontánea ovación y luego reanudó su marcha.


viernes, 31 de mayo de 2013

Bakalao ! (1.0)




El hortera del descapotable negro que circulaba por Madrid vomitando un ruido infernal (llamar ‘música’ a aquel sonido deleznable constituiría -culturalmente hablando- un sacrilegio), se detuvo en un semáforo de la Gran Vía observando con placer desafiante cómo la mayoría de los transeúntes le dirigía miradas de asco y reprobación. De repente se bajó una de las ventanillas traseras del elegante coche parado a su lado, por la que asomó un tipo canoso y trajeado, con aspecto de monarca, que le gritó: “¿Pog qué no te callas?”



lunes, 13 de mayo de 2013

La persecución





MUJER madura, noctámbula y liberal, aficionada al cine, grupo sanguíneo O+, busca vampiro compatible (no importa edad ni condición) para invitarle a cenar y que de paso la haga inmortal. Interesados, llamen al 83388338 y pregunten por Gertrudis. Se ruega discreción.

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SEÑORA sana y lozana como una manzana, muy interesada por la investigación y nuevas tecnologías, donaría su cuerpo a doctor o científico ducho en reanimaciones post-mortem. Teléfono 83388338, me llamo Gertrudis. Curiosos abstenerse.

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ADULTA sin prejuicios, adicta a la literatura gótica, establecería contacto con diablo experto en pactos, para sellar contrato de vida eterna. Condiciones negociables. Mi nombre es Gertrudis, y mi móvil 83388338. Solo profesionales.

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VIUDA con posibles, hedonista y viciosilla, amante del arte en todas sus dimensiones, contrataría los servicios de un pintor de la escuela de Basil Hallward para retrato hiperrealista de mi alma. Pago bien, pero exijo referencias. Gertrudis, Tf. 83388338.

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DESAPARECIDA. Mujer de 82 años, viuda, responde al nombre de Gertrudis Alegre y Olé. Pelo cano ondulado artificialmente, peca de 4 mm. bajo el ojo en su mejilla derecha y tatuaje de una calavera y varias serpientes en la pantorrilla izquierda. Fue vista por última vez el pasado diez de abril bailando pasodobles en una terraza de Benidorm. Si se la tropiezan, envíen un tweet a @laparcaXgertrudis. Todas las informaciones que contribuyan a su localización se gratificarán en especie. Necesito encontrarla urgentemente, es cuestión de vida o muerte.

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jueves, 9 de mayo de 2013

Revolución matemática




REVOLUCIÓN MATEMÁTICA  [1]
Dedicado a mi profesor de Matemáticas en Escolapios, D. León Herrero  [2]

           
En el Reino de las Matemáticas todo transcurría plácidamente; se cumplían las leyes (conmutativa, asociativa y distributiva) y todas las fórmulas eran aplicadas justamente con el fin de obtener unos resultados lógicos. Los criterios matemáticos eran respetados y jurados por toda la población de números. Hasta que un día, en el Condado de Geometría se produjo una rebelión contra el gobierno de la Hipotenusa, basado en la Fórmula de Pitágoras y secundado por ejércitos de catetos al cuadrado. Ese día, el triángulo equilátero, que vivía en la clandestinidad, reivindicó sus ideas ante miles de ángulos: “Todos los lados deben ser iguales”. Esa era la frase que definía el inicio de una revolución matemática. Los ángulos agudos fueron los que apoyaron a toda costa el ideal equilátero. Sin embargo, ángulos rectos y obtusos se pusieron de parte de los catetos y con la ayuda de elementos procedentes de Trigonometría (tangentes y arcos seno) trataron de impedir el éxito de tan estrambótica revolución. Los ángulos agudos, ayudados por logaritmos neperianos y raíces cuadradas, reclutados en Álgebra, entablaron una feroz lucha con sus enemigos. Muy pronto realizaron su aparición en el enconado combate las funciones exponenciales (viejos rivales de los logaritmos y las raíces) y el coeficiente binomial, cuyos factoriales se batieron duramente. El caos matemático se extendió por todo el Reino.

Las derivadas luchaban a muerte con las integrales definidas; las constantes machacaban con ayuda de los números reales a las variables; las funciones lineales trataban de superar a las curvilíneas; se pelearon la media y la moda; las matrices, con todo su rango, eran invertidas y traspuestas; la unidad imaginaria “i” era perseguida por la función al cuadrado para ser eliminada; el factor común campaba por sus respetos; histogramas, diagramas y cartogramas derribaron altísimas tablas de frecuencias; el sustraendo insultó al minuendo; las incógnitas eran resueltas, sucumbiendo con ellas las ecuaciones; el número “e” fue elevado al infinito y desapareció; los intervalos se cerraron violentamente ante el acecho de los límites cuando n tiende a infinito; los puntos de inflexión se alzaron contra máximos y mínimos; las combinaciones se confundieron con las variaciones y permutaciones; las progresiones aritméticas vencieron a las geométricas; los enteros repelieron con fuerza el ataque de decimales y fracciones; incluso π tuvo más que palabras con el radio al cuadrado; se produjeron divorcios en miles de binomios; los subconjuntos abandonaron los diagramas de Venn y se emanciparon; las muestras agonizaban ante la victoria de los números-índice; la áreas se negaron a seguir sirviendo de resultado a las integrales; parábolas y elipses se vieron enfrentadas por sus respectivas funciones; el máximo común divisor retó al mínimo común múltiplo; la regla de Ruffini descuartizó infinidad de polinomios: las variables aleatorias fueron tipificadas sin piedad…

En definitiva, se vislumbraba un imperio de la desigualad, ayudada por el conjunto vacío y los números negativos.

Pero cuando más candente era la lucha, allende el Cálculo apareció, procedente de la Lógica Matemática, el cuerpo de los números racionales, los cuales se impusieron sobre estructuras y anillos, ordenadas y abscisas. Sus temibles armas, las propiedades reflexiva, simétrica y transitiva, descoyuntaron a los rebeldes, logrando una victoria porcentual del 100%

Liberaron a todas las funciones matemáticas, dando amnistía a las expresiones algebraicas y trigonométricas. Resaltaron el valor de los coeficientes y del término enésimo, pusieron los asteriscos y los paréntesis en su sitio y desterraron las inecuaciones. Rehabilitaron a las incógnitas y variables, con la consiguiente alegría de las ecuaciones de segundo grado. Por último, una vez recobrada la normalidad, nombraron Primer Ministro a la Condición Necesaria y Suficiente y miembros del Gobierno a la Adición, la Sustracción, el Producto y la División.

Y así continúa hasta ahora, todos los elementos felices, para infortunio de los que no estamos entusiasmados por este “Reino.”



[1] Escrito (sin título ni dedicatoria) en 1975.
[2] León Herrero, de quien se rumoreaba había sido novio de Sara Montiel cuando ésta de joven vivió en Valencia, me suspendió Matemáticas en el Curso de Orientación Universitaria, impidiendo que pudiera presentarme a la primera convocatoria del examen de Selectivo necesario para entrar en la Universidad y condenándome a un verano de estudio intensivo de la asignatura, yendo casi diariamente del pueblecito de Petrés a Sagunto en bicicleta para asistir a clases particulares. Tras una inicial reacción de incontenible ira contra este maestro, casi lógica si pensamos que era costumbre en el Colegio aprobar a todos los alumnos que tenían un único suspenso con el fin de darles acceso al Selectivo (y por decisión de ese profesor yo fui el único aquel curso con el que no siguieron esa norma no escrita), finalmente comprendí que Herrero me había hecho un excelente e impagable favor, ya que la nota era tremendamente justa y solo gracias al esfuerzo realizado ese verano adquirí un buen nivel en la materia que fue no útil, sino realmente necesario para el posterior estudio de la Carrera (Ciencias Económicas). Gracias, señor Herrero, donde quiera que usted esté.



domingo, 21 de abril de 2013

Amor cautivo




Fue un amor a primera vista, pero un amor absurdo, imposible. Él sabía que las circunstancias y, por encima de todo, la genética, siempre les separarían. De ahí su apenado semblante, el torpe y lento caminar, la mirada taciturna...

La pasión había nacido en el confín de sus hogares, al borde de la empalizada. El rinoceronte se enamoró perdidamente de la llama cuando ésta le obsequió con un dulce escupitajo.


viernes, 19 de abril de 2013

La vidente




Después de varias conversaciones telefónicas de más  de dos horas cada una, la vidente solo consiguió acertar que el mes siguiente tendría que afrontar serias dificultades económicas.
La verdad sea dicha, el coste de aquellas llamadas desequilibró completamente mi presupuesto.


miércoles, 17 de abril de 2013

La teletienda



(Imaginemos una rubia despampanante con  minifalda y escote de infarto agudo de miocardio, junto a un presentador maduro pero delgado, alto y apuesto, que peina canas y se exhibe más elegante que George Clooney en un anuncio de Nespresso. Ambos lucen sonrisas de oreja a oreja y van turnando sus entusiastas comentarios, al tiempo que se proyectan imágenes fijas y móviles del producto; asimismo se intercalan filmaciones de personas anónimas mientras leen el periódico, ven los telediarios u observan situaciones de alto dramatismo, como por ejemplo que se incendia su propia casa, siempre con expresión sonriente rayana en la estupidez más extrema, también inconcebibles testimonios de individuos con aspecto entre zombie y extraterrestre).

ZYTE, DE FELIZYTEITOR
La pulsera electromagnética que le proporcionará el equilibrio y la felicidad



¿Han deseado ustedes alguna vez conseguir la flema británica, la relajación oriental y el meninfotisme[1] valenciano? Seguro que la respuesta es sí.

Pues aquí tenemos el placer de presentarles el producto definitivo para conseguir el estado ideal de cualquier persona: ZYTE, de FELIZYTEITOR, una pulsera electromagnética de última generación, diseñada por ingenieros de la NASA y fabricada en Nueva Zelanda con la tecnología más avanzada a partir de rodio, tolueno, polvo de cuerno de rinoceronte blanco de Zimbabue y esencia de horchata de chufa con denominación de origen Alboraya, acabada en un lujoso baño dorado de 24 quilates.

Impulsada por la energía que le suministra una nano-batería incrustada en su armazón, auto-recargable a través de un generador catalotermoiónico que no habrá de sustituir jamás, el ZYTE de FELIZYTEITOR le procurará eterna felicidad y completa ausencia de malestares y desasosiegos, sin importar cuáles sean su edad, sexo, raza, estado civil y tampoco sus circunstancias personales y profesionales.

ZYTE, de FELIZYTEITOR, emite unas ondas invisibles e intangibles que envuelven su cuerpo e invaden sus sentidos con un aura especial, eliminando de raíz los sentimientos negativos y reforzando su actitud positiva ante sí mismo, los demás y la sociedad.

¿Discusiones familiares, con vecinos, compañeros del trabajo? ¿Su pareja le engaña, el jefe le fastidia, explota y minusvalora, su vecino le tortura aporreando un piano a deshoras? ¿Se le estropeó el coche y tiene que desplazarse en bicicleta, se suicidó su mascota, siente una permanente insatisfacción sexual, se le inundó el sótano? ¿Dejó de fumar y tiene un humor de perros, los niños se vuelven rebeldes y le dan al botellón, le diagnostican una enfermedad incurable, un camión atropelló a su bisabuela? ¡Tonterías! Todo eso le parecerán auténticas nimiedades una vez acomode en su muñeca la pulsera ZYTE de FELIZYTEITOR. El asombroso poder narcotizante del tolueno disipará todas esas contrariedades y volverá usted a ser la persona feliz a la que todo el mundo adora.

¡Tampoco se inquiete ya nunca más por incómodos temas políticos! Con ZYTE, de FELIZYTEITOR, le garantizamos que olvidará cualquier polémica sobre estafas electorales, corrupción, malversaciones de fondos, sobornos, tráfico de influencias, robo de dinero público, evasión de capitales y fraude fiscal. ¿Y por qué no mencionar los salvajes recortes de los gobiernos en educación, sanidad e investigación? Ninguno de ellos  volverá a ser su problema, porque el polvo de cuerno de rinoceronte blanco de Zimbabue que contiene esta extraordinaria joya se ha comprobado científicamente que neutraliza en un 97,5% de los casos ese tipo de inútiles preocupaciones.

¿Y qué me dice usted de los quebraderos de cabeza que a veces suscitan esos superficiales inconvenientes económicos que a todos nos incordian y molestan tanto? Esa vivienda que no puede comprar, ese préstamo que no puede pagar, ese trabajo que no encuentra tras años en el paro, la subida de las facturas de la luz, el agua, el gas, los incrementos de precios de los transportes, de la gasolina, de las matrículas universitarias, los desproporcionados aumentos de impuestos y tasas en general para pagar el rescate bancario, las obras megalómanas y los aeropuertos sin aviones, la eliminación de los subsidios y las ayudas, la congelación y suspensión de nóminas, etc. ¡Hágase un favor y olvide ya todo eso! Deje de pensar en negativo y concéntrese en la marcha de la Liga y de la Champions, del Mundial de Fórmula I, en el desarrollo de la nueva temporada de Gran Hermano-24 horas, siga los mejores culebrones y reality shows… Porque además de sus maravillosos efectos, testados por laboratorios suizos del mayor prestigio, si usted adquiere ahora una pulsera ZYTE de FELIZYTEITOR  ¡le regalamos la suscripción por un mes a Canal Imaplus Digital!

¿Qué le parece esta oferta? ¿Increíble, no? Pues eso no es todo: si es usted una de los tres primeros millones de personas en reservar este fantástico artículo le regalaremos, en DVD o Blu Ray, los mejores conciertos de Isabel Pantoja y dos discos en alta definición de los partidos que dieron a La Roja los Campeonatos Mundial y Europeo de fútbol, con entrevistas a sus protagonistas. Además, si usted es empleado público o funcionario y nos lo acredita, añadiremos a estos fabulosos regalos la colección completa de los discursos navideños del Rey.

La exclusiva pulsera ZYTE, de FELIZYTEITOR, está valorada en 950 euros, pero el Gobierno, velando por el bienestar y satisfacción del pueblo, desea que ningún español sin excepción se vea forzado a prescindir de las admirables propiedades de este excelente producto. Es por eso que ha subvencionado su compra y el precio final, impuestos y gastos de envío incluidos, es nada menos que de   ¡15 EUROS por pulsera!

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[1] Meninfotisme es la forma valenciana de dar a entender la actitud indiferente y sadomasoquista de una persona ante cualquier cuestión, aunque ésta le afecte gravemente. Es una característica propia de gran parte del  pueblo valenciano.


lunes, 8 de abril de 2013

Metafísica y mortadela




Paco, Juan y Manolo son unos jóvenes que, a falta de otra cosa, trabajan en la reparación de unas obras de la vieja-nueva línea del Metro, ésa cuyos fondos se acabaron porque los superhéroes que iban a salvar la patria de la ruina prefirieron gastar el dinero de los ciudadanos en carreras de Ferraris, parques zoológicos ruinosos, Palacios de la Ópera con goteras, aeropuertos sin aviones y demenciales proyectos urbanísticos mega-faraónicos que nunca se materializarán.

Es la hora del almuerzo y los chavales sacan sus bocatas y unos botes de las mochilas. Para ellos, ese rato es el más agradable del día, porque les permite charlar abiertamente de lo que realmente les interesa.

-Escuchad, mientras tiraba el hormigón me estaba preguntando ¿Qué es peor, el sufrimiento eterno o la nada? ¿Vosotros qué opináis?

-Hombre Manolo, dice Paco desenvolviendo el bocadillo, yo siempre he sido de la opinión de que la "nada" en su esencia básica sería peor infierno que el sufrimiento y dolor eterno planteado en la Biblia como "El Infierno". La Nada es la negación absoluta de Dios en todo su esplendor. Si Dios implica alguna forma de existencia aunque ésta no sea más que "Dolor", sería desechado con la idea de la "Nada". La Nada es la inexistencia absoluta, es algo que aterrorizaría al mismo Satanás.

-Perdona, Manolo –indica Juan tras dar un sorbo de cerveza- pero creo que la pregunta que planteas sólo puede responderse desde la fe y la religión y no desde los parámetros de la filosofía. La idea de infierno no tiene cabida en la filosofía y la definición de la nada como “inexistencia absoluta” es la propia del pensamiento judío y cristiano, que la entiende como lo absolutamente opuesto a Dios, que es la perfección absoluta. Si el Universo surgió o no surgió de la Nada (entiéndase la Nada como Absoluta) es una cuestión que no podremos saber jamás. Podremos postular una u otra solución, pero jamás llegaremos a saberlo.

-Yo, dice Manolo después de engullir un bocado de pan relleno de mortadela, si tengo que elegir entre el sufrimiento eterno y la nada, creo que me quedo con la nada. Total, el Universo tiene 13.700 millones de años, y sólo durante unos 90 ó 100 millones de ellos (una cantidad, por tanto, despreciable) estamos vivos. En realidad hemos estado ya una eternidad no-vivos. ¿Por qué temer, pues, a la "nada", si llevamos 13.700 millones de años de "nada"? Lo que es una excepción es que estemos vivos. La vida, como ha señalado alguna vez Jesús Mosterín, es una excepción.

-Y no olvidemos, conviene Juan, que la nada es la garantía de la libertad, según Sartre. La libertad, esa condena-privilegio del hombre que a tantos aterroriza, hasta el punto de desear renunciar a su misma condición humana.

-Bueno, dice Paco, en realidad tampoco sabemos si la muerte es límite de algo. Hemos de suponer que sí. Pero esa suposición parte de la propia vida que, por definición es lo contrapuesto a la muerte. Así que de la misma forma que me puedes decir que de la vida deducimos que la muerte es el límite, también te puedo decir que de la muerte deducimos que la muerte no lo es.

-La cuestión no es si hay algo después o no, la cuestión es el hecho mismo del vivir en contraposición a lo que supondríamos que es el no vivir aún siendo una incertidumbre, y sólo existe una reafirmación desde la propia vida. Reafirmar algo es volver a afirmar en oposición a algo, pero esa oposición no se refiere a una realidad concreta, explica Juan.

-Sí, sí, pero la nada es algo impensable, sostiene Paco mirando de reojo al capataz que se acerca. Siempre que pensamos en la "nada" no podemos evitar pensar en algo, por lo que se contradice su esencia. No puede haber "nada" porque si "hay" nada, entonces algo está habiendo, y si está habiendo ese algo no puede ser nada. En cambio, la nada puede ser. Aunque si la nada es, ninguna otra cosa puede ser, porque si algo más es, entonces algo existe, mas no nada. Y mientras la nada existe, no puede haber otra cosa, porque si algo hay, no hay la nada.

-Buenoh, señoritoh, avé si acabamoh con lah pamplinah esah rapiditoh, que paíce que va’lloveh y aún endemos d’apreparar el mortero pa la rampa.

Los jóvenes se incorporan y vuelven al tajo sin rechistar. Las cosas no están para tonterías.


Este post participa en la IV Edición del Carnaval de Humanidades  alojado por Kurt Friedrich Gödel en su blog Literatura es aprehender la realidad.