lunes, 15 de diciembre de 2014

La alternativa




Cuando llega ese día
En el que el crepúsculo
Dura veinticuatro horas
En el que el horizonte
Nos da la espalda
En el que el futuro
Se burla en tus narices
Ese día que llevas años esperando
O no
Pero se aparece de repente
Solo tienes dos alternativas
Pensar que la vida es una mierda
Y rendirte, y proclamarlo
Como un auténtico perdedor
O agradecerle lo que te ha dado
Todas las miserias o alegrías
El sabor de las naranjas
El azul del cielo, las avispas
La injusticia y el jazz
Ver nacer a tus hijos
Incluso las tormentas de granizo
Cada amigo y alguna traición
Poder acariciar a un perro
La artrosis y los orgasmos
Los impuestos y el invierno
La niñez al lado de tus padres
Discutir con los vecinos
Las lágrimas y el pan recién cocido
El acné y las resacas
El fútbol y los desengaños
Agradecerlo todo
Seguir viviendo, seguir sintiendo
Lo bueno y lo malo
Las viejas fotografías
Ese olor del mar y sus algas
El tic tac del reloj, la cerveza
Las ingratitudes y la luna llena
El calentamiento global
Los desagües atascados
El olvido y el cinematógrafo
Hasta la revolución tecnológica
Y los castillos de fuegos artificiales
Pero quizás también el amor
Sí, sobre todo el amor
Seguir viviendo, seguir sintiendo
Como un admirable campeón
Hasta el último escalofrío

2 comentarios:

  1. Cada palabra es un martillazo para la persona que ha llegado a ese crepúsculo. A veces ni siquiera se puede recordar, Rafa. A veces es mejor no recordar e imaginarnos esa sombra que fue ilusión del futuro y ya no está más que en la fantasía. Se nota que sos joven, amigo!
    Me gusta tu visión esperanzadora: trataré de imitarla. Lidy

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  2. Gracias, Lidia. No soy tan joven (apenas el domingo cumplí 55), si bien tal vez aún me queden unos instantes para ese crepúsculo que aguarda a la vuelta de la esquina. Pero sé que está ahí esperándome, que si aguanto no tendré otro remedio que enfrentar y ya me voy haciendo el ánimo con esta especie de poema que quiere parecer optimista y que habla desde el sentir de quien todavía no ha experimentado sus embates. Muchas gracias por leer y comentar, princesa.

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