miércoles, 27 de marzo de 2013

Muertes súbitas



 ·        Punto para el servicio

“Oye, nena, he de hacerte una pregunta”, dijo el hombre.
“¡Dispara!”, respondió ella.
Entonces Bob sacó una Smith & Wesson del 38, la apoyó en el pecho de Kate y apretó el gatillo dos veces.
Mientras observaba el cadáver, Bob pensó: “¡Joder, que perspicaz era, tenía la respuesta preparada!”

 ·        Punto para el resto

“¡Ya no soporto más que siempre te salgas con la tuya, Susan!” exclamó Pete nerviosamente.
“¡Muérete, saco de mierda!”, contestó la mujer.
Pete abrió la ventana y se lanzó desde el decimonoveno piso de un edificio en el Bronx.

  • Set point

“Cariño, este bourbon que me has servido es puro veneno”, farfulló Sam con una mueca de profunda repugnancia.
“¿Y quién dijo que ‘eso’ fuera whisky, desgraciado?” preguntó la rubia platino, recostada en el sofá.
Sam se incorporó a duras penas, tambaleándose ligeramente durante unos segundos y vino a caer pesadamente sobre la mesa de centro, destrozando también el cenicero de cristal y un jarrón chino de dudoso gusto.

·        Match point
“¡Estoy más que harta, Bill! ¡Te juro que la próxima vez que me mientas lo nuestro habrá acabado para siempre!”
“No dramatices, pequeña”, susurró Bill tras separar el pitillo de sus labios. “¡Esto no es el fin del mundo!”
En ese preciso instante, un meteorito de extraordinarias dimensiones impactó con nuestro planeta, y la Tierra y todos sus habitantes se fueron a hacer puñetas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario