Los lunes son un auténtico incordio,
Como
el picotazo de una avispa en los testículos
Como
pisar una mierda con los zapatos que acabas de estrenar
Como
el preludio de un réquiem en el que el difunto eres tú
Los martes son una soberana idiotez,
Como
esos discursos autocomplacientes de políticos acabados
Como
la presunción de inocencia cuando te pillan con las manos en la masa
Como
investigar las consecuencias de la halitosis de un microbio en el efecto
invernadero
Los miércoles son tan tremendamente aburridos
Como
coleccionar estampillas con el matasellos de Timor Oriental
Como asistir a
una clase magistral sobre la filosofía de los primeros pensadores milesios
Como hacer
ejercicio en una bicicleta estática delante de un póster de Hawái, mientras
escuchas un concierto de música experimental en la FM
Los jueves se inventaron para soñar
Con
plantar una bandera pirata en la cima de la montaña más alta
Con
tus hijos y sus propias ilusiones, hipotecadas por un futuro incierto
Con
la paz, con la justicia, con la igualdad
Los viernes son verdes y se visten de esperanza,
Como
el último día de los treinta años de reclusión de un preso
Como cuando prendes la mecha que dinamitará todos tus fracasos
Como
la aproximación de la balsa de salvamento si eres un náufrago
Los sábados pueden resultar reconfortantes
Como
un oasis paradisíaco en medio de un interminable desierto
Como
elevarte sobre las nubes a bordo de un globo aerostático
Como
contemplar sus ojos entretanto sueña despierta, sonríe alegre y te mira
Los domingos son indudablemente apoteósicos
Como
resolver una ecuación de quinto grado sin calculadora
Como
saltar la banca de su corazón con el detalle más insignificante
Como
un orgasmo, como un nacimiento, como la muerte
Hasta que la avispa vuelve a revolotear,
alguien saca de nuevo a pasear al perro y otra vez empiezas a desprender olor a
cadáver…
No hay comentarios:
Publicar un comentario