Toca jotas, señorito; y toca tangos, boleros, y
cha-cha-chás… Se lo juro, señorito. Este
mono es mú listo y zalamero. Me lo trajo una parienta de Gibraltar y mi marío
con mucha pacencia, señorito, le enseñó a tocar el pianico. Ahí que se iban los
dos con la cabra tós los días mú temprano a ganarse unos duros pa comer. Pero
primero se nos fue la cabra, señorito, cogió una pulmonía, y después a mi Juan
le dio un telele y criando malvas está el pobre. Cómpreme el mono, señorito, no
se arrepentirá. Verá qué contentos se ponen sus niños.
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