lunes, 11 de noviembre de 2013

Haiku criminal




De madrugada,
voces desconocidas
al teléfono.

Lejano erial,
en medio de la nada.
Es una trampa.

Cinco disparos
abren cinco heridas
y me desangro.

Revolotean.
Malditos cuervos gritan,
huelen un amén.

No oscurece,
es la vida que huye.
Torpe venganza.

Tarde, pero sé.
Recuerdo tu mirada:
decía adiós.


No hay comentarios:

Publicar un comentario