Mientras
su padre prendía fuego a una gran pira de sueños rotos, el niño advirtió en su
mirada la tristeza del náufrago cuando un barco pasa de largo, la derrota del
toro bravo después de mil puyazos, el arrastrar de cadenas de un nuevo esclavo.
Sin embargo, la veneración por su héroe jamás se atenuó; el chico conservó como
un tesoro la obra cumbre de aquel escritor fracasado: el maravilloso cuento que
le escribió cuando comenzaba a leer y que muchas noches, antes de dormir,
revisa entre sollozos.
Ese cuento es para el niño el mayor tesoro que tiene, su padre se lo escribió para él, y ese es suficiente motivo como para guardarlo .
ResponderEliminarBesos
Puri
Ahora el niño es un adulto y comprende el dolor de su padre. Como dices, su mayor tesoro es el cuento que le escribió y que se salvó de las llamas. Un beso, Puri.
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