Buenas tardes, madre, necesito
contarte algo. Acabo de conocer a una joven maravillosa y me he enamorado de
ella. Se llama Giuliana, es más o menos de mi edad, está admirablemente educada
y compartimos muchas aficiones, pues le encanta la literatura clásica, adora las
composiciones de Paganini y las óperas de Verdi. Es de muy buena familia, no te
vayas a pensar, sus padres eran unos ricos lombardos que se instalaron en nuestro
país huyendo de un conflicto político cuyos detalles desconozco. Giuliana Marini
es una damita preciosa, sus cabellos ambarinos me recuerdan los tuyos. Le pediré
que pase a verte. Cuando la conozcas también te sorprenderán sus atractivos
ojos de azabache. Viste como una auténtica princesa y es sencilla, gentil,
tierna. Y aunque no le encuentro el más mínimo defecto, me temo que existe un
inconveniente para que prospere esta ilusionante relación: ella murió en 1882 y
asegura que bajo ningún concepto puede traspasar las puertas del cementerio.
Así es que, de ahora en adelante, os visitaré a menudo. Aquí dejo unas flores,
espero que te gusten. Hasta mañana, madre.
FANTÁSTICO!! Hermoso texto-carta, Rafa!! Te felicito! De los míos...
ResponderEliminarGracias, Lidy. Celebro que te gustase, princesa. Un abrazo.
ResponderEliminarPrecioso texto Rafa, muy bien contando , con todo tipo de detalles y la foto muy lograda .
ResponderEliminarEnorabuena .
Besos
Puri
Gracias, Puri. Eres muy amable. Un beso.
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